Según la Mitología Griega el origen del Coral Rojo es el siguiente.
Al héroe Perseo le encomendaron una difícil tarea:
Debía cortar la cabeza de Medusa, una de las tres gorgonas, unos monstruos infernales de aspecto repugnante, con colmillos de jabalí y que en vez de cabellos tenían serpientes; Medusa tenía el terrible poder de petrificar a todo aquel que osase mirarla. El valiente Perseo no titubeó un momento y marchó al encuentro de Medusa.
Admirados por su valor, los dioses acudieron en su ayuda: Minerva le cedió su escudo, pulido como un espejo; Plutón, un casco que le hacía invisible; y Mercurio, sus talares y una espada de diamante.
Armado por los dioses, Perseo se dirigió a la morada de Medusa, al otro lado del océano. Tras una ardua batalla, protegido por el escudo de la mirada letal del monstruo, Perseo, de un solo tajo, logró cortarle la cabeza. La sangre de Medusa brotó a borbotones del cuerpo inerte y fue a dar al mar. Allí se convirtió en un precioso coral rojo de magnificas propiedades.
Misterios:
El coral rojo se emplea desde hace siglos para confeccionar amuletos protectores. A veces se utiliza en su forma natural, o bien también tallado en forma de pendientes, collares, broches etc.
Se utiliza contra el mal de ojo, la envidia y desde tiempos remotos se asegura que tiene cualidades para librar al hombre de hechizos mágicos, de trastornos emocionales y de diversas formas de enfermedades.
Los hechiceros aconsejaban ingerir polvo de coral a las personas que acudían a ellos aterradas y quejándose de ser victimas de maleficios y sortilegios conjurados por sus enemigos, aseguraban que de esta forma podrían librarse de ellos.
El coral rojo ha quedado también asimilado al símbolo de la fertilidad: muchas mujeres llevan consigo un cuernecillo de coral rojo cuando quieren quedarse embarazadas; también lo utilizan para evitar irregularidades hormonales.
Como objeto decorativo, el coral rojo protege de las energías negativas y también puede librar de las pesadillas nocturnas, colocándola en algún rincón del dormitorio, hay lugares donde es habitual poner trozos de coral en los tejados de las casas para protegerlas de los rayos. También se colocan en los arboles frutales o los cultivos para prevenir los plagas y asegurar una buena cosecha.
El coral rojo tiene fama como protector de los bebés y los niños pequeños. Las madres de la antigua Grecia tenían la costumbre de colocar a sus hijos collares de coral rojo porque estaban convencidas de que les protegerían de morir a causa de un accidente o súbitamente mientras dormían.
En la actualidad, las madres colocan collares a sus hijos con un cuernecillo de coral rojo cuando los llevan de paseo, también se colocan en pulseras ajustadas a la mano (ya no es recomendable porque los niños se las pueden tragar) o en el tobillo, adicionalmente se puede realizar una protección acompañando el coral rojo macho o hembra con una peonia y el cordón umbilical de esta forma los protegen de energías negativas peligros imprevistos. Se cree además, que el coral es muy eficaz para aliviar el malestar del niño cuando empiezan a salirle los dientes.
Ruben Tamanaco
@rubentamanaco1
Actualizado 16-07-15
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