“En 1884 el Presidente Joaquín Crespo, hijo de Leandro Crespo, curandero de fama regional recibe con inusitado júbilo la visita del brujo tachirense o colombiano Telmo Romero, quien presumía de milagroso curandero, coloca en sus manos la salvación de su hija enferma y, luego premia sus servicios con la dirección del Hospital de Enajenados de los Teques y del Hospital de Leprosos de Caracas y le otorga la medalla de Instrucción Pública en el mismo decreto en donde se la concede al doctor Aníbal Dominici. Vivian – Crespo, Alcántara, Colina, Gómez – dentro de un universo de cábalas, remedios, creencias, fantasmas y adagios que formaban parte viva y determinante del clima cultural y social de las mayorías campesinas y de la gente de los pueblos de provincias.”(1)
Ruben Tamanaco
@rubentamanaco1
Revisado 16-07-15
Referencia:
Referencia:
- Confidencias Imaginarias de Juan Vicente Gómez, Ramón J. Velásquez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, sugerencia o duda y te respondere a la brevedad posible, gracias por tu tiempo